13 agosto, 2008
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El viaje para llegar a puerto seguro ahora desde Paipa se me alargo como hora y media-pero bueno no se debe mirar lo malo sino agradecer al Señor que se tiene a donde llegar y para mas al llegar fui recibido con alimento, que fue una bendición. Cuando faltaba como una hora para llegar a la Gran Ciudad, recordaba de veces anteriores cuando llegaba de viaje y chévere la tranquilidad de una soledad después de varios días de bullicioso y asociación, pero también pensaba que era un cambio extremo y que ahora tengo oportunidad de experimentar otra cuestión. Recuerdo eso si ese cielo de Paipa tan despejado por las noches, que permite ver prácticamente todas las estrellas.
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